Història en Obres - Teatre a Wolfsburg

modelo interpretativo

Teatro en Wolfsburg, sección longitudinal

redibujado

análisis

Desde la finalización de la segunda guerra mundial la ciudad de Wolfsburg, desarrollada en torno a la fábrica Wolkswagen, se transforma en el escenario de varios concursos y encargos en los que participarían destacados arquitectos europeos. En 1965 se convoca un concurso para la construcción de un teatro en el que Hans Scharoun será el ganador, por delante de Alvar Aalto y Jörn Utzon.

La construcción de un Teatro Municipal pretendía crear un nuevo centro lo suficientemente monumental y significativo, que se uniera visualmente con el centro de la ciudad existente. El lugar escogido para el nuevo edificio era la ladera de una colina boscosa -Klieversberg- situada al sur de la ciudad a modo de límite natural de la ciudad y conectada con ella a través de un tramo de autopista, un hecho que marca significativamente la opción tomada por Aalto. La operación se vería reforzada por la presencia de otros dos edificios: el Palacio de Congresos y el Centro cultural, este último diseñado por Aalto en 1958.

Aalto coloca el teatro de forma perpendicular a la colina de Klieversberg, de manera que el edificio debe adaptarse al terreno. La volumetría general del edificio verifica la estructura de cabeza y cola frecuente en otros proyectos de Aalto. El volumen del auditorio crece como una cuña desde el acceso hasta la zona del escenario, para luego completarse con la zona de servicios y administración, más baja y actuando como un zócalo pero aumentando al mismo tiempo la importancia de la fachada sobre la autopista. Aprovechando la diferencia de nivel, Aalto genera dos entradas, una principal en la planta baja y otra secundaria conectada con un amplio vestíbulo de uso variable en la planta alta. La colocación de la entrada principal, profusamente vidriada, en planta baja busca fortalecer el despliegue del edificio sobre la autopista, una actitud reforzada por el emplazamiento del aparcamiento para 300 coches, a un lado del acceso por delante de un ala de servicios. Significativamente, la actitud de Hans Scharoun, ganador del concurso, era la de alejarse de la autopista, desplazando el edificio hacia el oeste.

La planta principal del teatro, una vez atravesado el acceso en planta baja, contiene un gran foyer, al cual se conecta también la zona de la planta alta accesible desde el nivel de la colina. El auditorio, de planta asimétrica, distribuye 600 localidades en dos plateas diferentes en forma y tamaño, se completa con otras 150 distribuidas en bandejas de forma libre que siguen las curvas de la pared de cierre de la sala a las cuales se accede desde un foyer abierto a la doble altura del vestíbulo principal. En el interior de la gran cuña que alberga el auditorio y de forma periférica al mismo, encontramos una serie de circulaciones de servicio que conectan con espacios de mantenimiento y servicios.

Es probable que los materiales, texturas, colores y soluciones constructivas de Aalto para este edificio, de haber sido realizado, se asemejaran a las de algunas obras coetáneas. A modo de hipótesis sobre el posible lenguaje que Aalto habría utilizado en el auditorio podría pensarse en la utilización de superficies estriadas de cerámicas como las del edificio principal de la Casa del Norte (Reykjaviik, 1965-8), mientras que el acceso acristalado podría haberse acercado a las soluciones del Edificio de la Radio en Lappia (Rovaniemi, 1969-72). Finalmente, las soluciones de cubierta podrían haber sido similares a las de cobre utilizadas en su Centro Cultural, con las variaciones que Aalto solía introducir en las perforaciones cenitales.

(F.A.P.)